15/9 DÍA INTERNACIONAL DE LA DEMOCRACIA: HOY MÁS QUE NUNCA ESTAMOS LLAMADOS A DEFENDERLA

“Hay que radicalizar la democracia. La revolución tiene que ser una radicalización total de la democracia. La democracia que existe hoy es una isla democrática en un archipiélago de despotismos: despotismos en la familia, en la fábrica, en el espacio público con el racismo, en las casas con la violencia contra las mujeres… No hay forma de democratizar solo el espacio político, hay que democratizar la sociedad en sí misma. Por eso es una radicalización total y revolucionaria, que va en favor de la afirmación de la vida y de la dignidad de la gente”.
Boaventura De Sousa Santos

El Día Internacional de la Democracia fue establecido en el marco de la Organización de las Naciones Unidas –ONU–, como una oportunidad para recordar que esta forma de gobierno debe centrarse en las personas, en tanto proceso y objetivo, y solo con la participación y el apoyo pleno de la comunidad internacional, los gobiernos, la sociedad civil y las personas, el ideal de la democracia puede convertirse en una realidad para que todos puedan disfrutarla y realizarse como seres humanos.

Se reconoce que ninguna sociedad puede reconocerse como democrática si no se verifican sus elementos esenciales, a saber: libertad, respeto a los derechos humanos y la celebración de elecciones periódicas por sufragio universal. Estos valores están incorporados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y desarrollados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que consagra una serie de derechos políticos y libertades civiles que sustentan democracias significativas. En igual sentido se proyectan en la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Hoy en día no podemos aspirar a una mejor forma de organización de un Estado, una sociedad, una comunidad internacional, que no sea a partir de formas de gobierno democráticas, las que por su composición y funcionamiento permiten asegurar los derechos de las personas a partir de herramientas de política pública y prácticas estatales que garantizan el pleno funcionamiento de las instituciones creadas para garantizar esos derechos, permitiendo el acceso a canales de control participativa por parte de los miembros de la comunidad.

Sin embargo, este ideal al cual aspiran todas las sociedades y Estados ha sido amenazada en numerosas oportunidades: guerras, dictaduras, gobiernos autoritarios, políticas sistemáticas de abusos a los derechos humanos, restricciones a la libertad de expresión y de acceso a la información, son algunos de los fenómenos que llevaron a la evolución de la democracia tal y como la conocemos en la actualidad. A ellos debemos agregar una pandemia global sin precedentes que tuvo la capacidad de poner en jaque el ideal de la democracia.

La crisis sanitaria, institucional y política producto de la pandemia COVID 19, ha llevado a que los gobiernos del mundo, más o menos democráticos en su conformación y funcionamiento, adoptaran medidas tendientes a combatir un enemigo invisible e implacable. Restricciones de ingreso y egreso de los territorios nacionales, aislamiento, imposibilidad de brindar y acceder a la información, restricciones a la circulación de personas, bienes y capitales, cierre de escuelas, universidades, empresas, oficinas públicas, cese de actividades de los poderes centrales del Estado, incluyendo el cese de actividades de parlamentos y tribunales, fueron algunas de las diversas medidas que los gobiernos alrededor del mundo adoptaron como una forma de garantizar la vida de las personas sujetas a su jurisdicción.

El mundo tal y como lo conocíamos dejo de existir y pasamos a encontrarnos insertos en una denominada “nueva normalidad” virtual, donde la democracia parece haber perdido su sentido y rumbo. En este contexto de crisis no dejan de aparecer cuestionamientos sobre lo urgente y relevante. El salvar vidas se ha transforma en el caballo de Troya, que busca minar la forma en la que las sociedades democráticas se desarrollan, bajo premisas esenciales presentadas por los gobiernos al momento de restringir derechos básicos, en tanto medidas que buscan garantizar la supervivencia al virus.

Pero frente a esta nueva normalidad ¿cuál es el rol de la democracia?, podemos seguir pensando que el sistema de derecho y el funcionamiento de la comunidad internacional se encuentra a salvo en el sistema de valores e instituciones que ella establece, ¿o la receta para superar la emergencia producto de la pandemia no es otra que modificar el paradigma a uno de corte autoritario y restrictivo?

Las estadísticas demuestran conforme a las respuestas institucionales en el Norte, como en el Sur, que los gobiernos se han inclinado por la adopción de medidas restrictivas de derechos bajo la premisa de “combate a la emergencia sanitaria”, lo que implica una seria afectación de la forma de gobierno democrática (Brack y Kutch, 2020).

De Sousa Santos nos advierte que el virus del COVID 19 es una oportunidad, un maestro que nos empuja a adoptar cambios necesarios y actuales para fortalecer las democracias garantizando la participación de todos los segmentos de las sociedades, con miras a lograr sociedades inclusivas, igualitarias, donde prime el respeto a la vida y la dignidad humana más allá de los viejos paradigmas y creencias democráticos (CLACSO, 2020: 25). El interrogante es cómo lograrlo.

Por lo pronto, en este Día Internacional de la Democracia debemos sumar nuestros esfuerzos a los numerosos llamados mundiales que se han generado frente a las respuestas de corte restrictivo por parte de los Estados a un enemigo invisible, y ejercer con mayor compromiso los derechos que la democracia nos brinda buscando defenderla y garantizando su funcionamiento en esta nueva normalidad, porque la participación consciente y a través de mecanismos democráticos en la exigencia y ejercicio de derechos se erige en la vía de adaptación y evolución que la democracia necesita frente a una “nueva normalidad” donde no concebimos una forma de gobierno ajena a ella.

BBCMundo, “Coronavirus: por qué la pandemia de covid-19 podría fortalecer los autoritarismos y debilitar las democracias”, 08/04/2020, disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52184947

Brack, S. y Kutch, A. (2020) “Democracy in the time of COVID-19”, Kofi Annan Foundation, disponible en idioma inglés: https://www.kofiannanfoundation.org/articles/democracy-in-the-time-of-covid-19/

CIDH, Resolución No.1/2020 “Pandemia y Derechos Humanos en las Américas”, 10 de abril de 2020, disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/decisiones/pdf/Resolucion-1-20-es.pdf

ETHIC, “El virus es un pedagogo que nos intenta decir algo, el problema es saber si lo vamos a escuchar”, 09/06/2020, disponible en: https://ethic.es/entrevistas/boaventura-de-sousa-santos-coronavirus/

De Sousa Santos, B. (2020) La cruel pedagogía del virus, CLACSO.

Freedom House, “The Pandemic’s Global Challenge to Democracy Should Be Met with a Global Response”, 25/06/2020, disponible en idioma inglés: https://freedomhouse.org/article/pandemics-global-challenge-democracy-should-be-met-global-response

IDEA, “COVID-19 crisis threatens democracy, leading world figures warn”, 26/06/2020, disponible en idioma inglés: https://www.idea.int/news-media/news/covid-19-crisis-threatens-democracy-leading-world-figures-warn

OEA, Post COVID-19: Portal OEA para Consultas, Foros y Repositorio, disponible en: https://www.oas.org/ext/es/principal/covid-19/Inicio

ONU, Día Internacional de la Democracia, disponible en: https://www.un.org/es/observances/democracy-day

V-Dem - Department of Political Science University of Gothenburg, “Pandemic Backsliding: Does Covid-19 Put Democracy at Risk?”, No. 23, 2020, disponible en idioma inglés en: https://www.v-dem.net/media/filer_public/52/eb/52eb913a-b1ad-4e55-9b4b-3710ff70d1bf/pb_23.pdf