En el marco del Día Internacional para la Tolerancia, la obra de Oliviero Toscani “Razza Umana” –compuesta por más de 70 fotografías, actualmente expuesta en las salas de Palazzo Ducale y Palazzetto Baviera, en Senigallia (Italia)– nos interpela, llamándonos a reflexionar sobre el valor de la igualdad entre los pueblos una vez que las diferencias son aceptadas.
Este proyecto itinerante para comprender las diferencias humanas que ha viajado por todo el mundo, incluyendo nuestra América, fue lanzado en 2007, como “un estudio sociopolítico, cultural y antropológico que describe la morfología de la raza humana” para observar sus peculiaridades, características y comprender sus diferencias.
"Razza Umana, es un estudio sociopolítico, cultural y antropológico que describe la morfología de la raza humana para observar sus peculiaridades, características y comprender sus diferencias".
Es una investigación centrada en la forma humana y sus imperfecciones, desarrollada a través del establecimiento de un estudio fotográfico itinerante que retrata a la “gente común” de cada pueblo al que llega. El conjunto de retratos deja ver la esencia de la humanidad, los rasgos sociales y culturales de una población, sin importar las diferencias. Es así, un proyecto que acaba por utilizar la fotografía como un medio y herramienta para superar las desigualdades, ya sean de género, sociales o culturales.
La muestra, su mensaje y belleza de las imperfecciones y particularidades retratadas nos convocan hoy, en el Día Internacional de la Tolerancia, a promover el respeto, la comprensión y la dignidad de las personas más allá de su diversidad en todas las partes del mundo. Llama la atención en el actual contexto de conflictividad mundial, donde los conceptos de xenofobia, discriminación, homofobia emergen con fuerza, reflejando una humanidad cada vez más intolerante, rechazando al otro, a las diferencias, pasando por alto la inmodificable realidad de que cada individuo en el mundo, es por definición, diferente.
En efecto, como se encuentra explícitamente establecido en la Declaración de Principios sobre la Tolerancia, ésta –la tolerancia– no sólo constituye un deber moral, sino que es en sí misma un requerimiento político y legal para la población mundial y sus Estados, es un derecho humano que nos permite proteger la igualdad de oportunidades de todos los grupos e individuos de la sociedad mundial y un camino seguro hacia la construcción de entornos pacíficos.
“La tolerancia no es indulgencia o indiferencia, sino el respeto a las creencias, cultura y opiniones de los otros, así como también es un Derecho Humano, por lo cual es inalienable y lo que demuestra es que las personas son naturalmente diversas y solo en el marco de la tolerancia podrán convivir”.
La injusticia, la violencia, la discriminación y la marginalización son formas comunes de intolerancia. Debemos encontrar los modos para luchar contra este fenómeno que nos separa como sociedad. Hoy, Oliverio Toscani, a través del arte, nos enseña cómo tras la aceptación de las diferencias, emerge el valor de la igualdad de una sola “Raza Humana”.