La Red Interdisciplinaria de Derechos Humanos (REDii) hace manifiesta su preocupación por la grave situación que representan los incendios en la Amazonia y las consecuencias devastadoras derivadas de la misma, no sólo para la biodiversidad del espacio que abarca, sino asimismo para las comunidades que la habitan y el medioambiente a nivel global.
La crisis climática que enfrenta el planeta, consecuencia del actuar irresponsable del ser humano, requiere de acciones cada vez más urgentes y efectivas. Desde hace semanas uno de los ecosistemas megadiversos del mundo está siendo azotado por fuegos, poniendo en peligro las especies, recursos y habitantes del mismo.
En efecto, conforme datos de agencias especializadas –el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés)– la Amazonia abarca un espacio de 6,7 milliones de km2; alberga cerca de 33 millones de personas –incluyendo mas de 400 comunidades indígenas–, es el hogar de más de 40.000 especies de plantas, 3.000 especies de peces de agua dulce y más de 370 tipos de reptiles; su cuenca representa entre el 15% y 16% de la descarga fluvial del mundo y almacena entre 90 y 140 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, contribuyendo a la regulación del cambio climático.
La situación a la que se asiste desde hace más de tres semanas da cuenta del deterioro ambiental causado por diversos factores, como la deforestación, el empleo no sostenible del suelo y el incremento de la temperatura global.
Ante esta dramática y urgente situación, REDii hace un llamamiento a la sociedad civil en general, las organizaciones no gubernamentales y gubernamentales –nacionales e internacionales– y a los responsables de los Estados de la Cuenca Amazónica y de la comunidad internacional para promover, adoptar e implementar medidas, iniciativas y políticas públicas para detener los incendios, remediar sus consecuencias, y gestionar sustentable y equitativamente tierras y recursos regionales, atendiendo las reivindicaciones de tierras de los pueblos indígenas y tribales.
Esta biodiversa región que abarca ocho países suramericanos, debe ser gestionada de forma sostenible de modo de prevenir y contener las amenazas que la asechan y revertir el daño ya causado, que posee un impacto directo en la supervivencia de las especies, tanto animal como humana.
Exhortamos a los Estados a destinar recursos e implementar políticas en pos de la protección efectiva de la Amazonia a través de:
El establecimiento y/o fortalecimiento de los marcos normativos e institucionales nacionales que regulan las cuestiones ambientales. Promover la aplicación coherente del derecho ambiental internacional y los derechos humanos. Establecer mecanismos de atención a las reivindicaciones de las comunidades indígenas respetando y haciendo efectivo el goce del derecho a un medio ambiente seguro y sano, a la consulta previa, al consentimiento informado, a la participación en los beneficios del proyecto y el derecho de acceso a la justicia y a la reparación. Implementar políticas públicas y acciones coordinadas interestatales en pos de la regulación de la frontera agrícola-ganadera y extractivista. Desarrollar planes de gestion sostenible de los suelos y subsuelos del mundo garantizando la restauración de los ciclos ecosistémicos.